El 21 de diciembre de 2024, el Comando Central de EE. UU. informó sobre extensos ataques aéreos dirigidos a instalaciones de almacenamiento de misiles y centros de mando de las fuerzas hutíes en Yemen. La operación resultó en la destrucción de un sitio de almacenamiento de misiles y un centro de mando en Saná, utilizando cazas F-18 y buques navales.
Durante la operación, también se interceptaron varios drones y un misil de crucero lanzado por los hutíes sobre el Mar Rojo. Los ataques aéreos tenían como objetivo interrumpir las operaciones hutíes y prevenir más ataques contra buques de guerra y comerciales de EE. UU. en el sur del Mar Rojo, el estrecho de Bab el-Mandeb y el Golfo de Adén.
Sin embargo, se informó que un caza estadounidense fue derribado debido a fuego amigo, aunque ambos pilotos fueron rescatados con heridas leves. El ejército de EE. UU. ha iniciado una investigación sobre el incidente.
Los ataques aéreos siguieron a un ataque con misiles hutíes en un parque público en el sur de Tel Aviv, que dejó 16 ciudadanos israelíes heridos, incluida una niña de tres años. El gobierno israelí ha confirmado su participación en ataques de represalia contra posiciones hutíes, que han incluido ataques de precisión en sitios militares en Yemen.
En desarrollos relacionados, el ministro de Defensa polaco, Mariusz Błaszczak, declaró que Polonia está preparada para interceptar cualquier misil ruso que amenace su territorio. Aunque hasta ahora no se han dirigido misiles rusos a Polonia, el país sigue vigilante y listo para actuar con sus cazas F-16 si es necesario.
Błaszczak enfatizó la importancia de la defensa colectiva de la OTAN, mencionando medidas de defensa aérea reforzadas en lugares clave, incluido el aeropuerto de Rzeszów, que está bajo protección de la OTAN. Señaló la historia de drones y misiles rusos que han violado el espacio aéreo de países vecinos de la OTAN, incluidos Polonia y Rumanía.