El 19 de diciembre de 2024, un ataque aéreo masivo de Ucrania provocó un incendio significativo en la refinería de petróleo de Novoshajtinsk, la más grande del sur de Rusia, ubicada en la región de Rostov, cerca de la frontera con Ucrania. El gobernador interino Yuri Sliusar informó que se utilizaron más de tres docenas de drones y tres misiles en la ofensiva.
Sliusar indicó que la mayoría de los drones ucranianos fueron interceptados y que se desplegaron fuerzas de defensa aérea para proteger varias áreas, incluyendo Taganrog, Bataysk, Rostov, Shakhty, Kamensk, Millerovo y Novoshakhtinsk. No precisó la magnitud de los daños en la refinería, que ya había sido atacada por drones en junio de 2022, pero confirmó que el incendio había sido extinguido.
Además, Sliusar mencionó que una persona resultó herida en un pueblo cercano debido a la caída de fragmentos de drones, y que recibió la asistencia médica necesaria. El Ministerio de Defensa de Rusia informó que durante la noche se derribaron un total de 84 drones ucranianos en siete regiones del país, siendo 36 de ellos interceptados en la región de Rostov.
Los demás drones fueron derribados en las regiones de Briansk (21), Bélgorod (14), Voronezh (6), Kursk (3), Tambov (3) y Krasnodar (1). Las regiones fronterizas rusas han sido blanco frecuente de ataques ucranianos. La semana pasada, dos incidentes separados provocaron un incendio en Rostov y dañaron una instalación industrial en Briansk.
Este último ataque ocurrió horas antes de la conferencia de prensa anual de fin de año del presidente ruso Vladimir Putin y poco después del asesinato de Igor Kirillov, jefe de la división de armas químicas del ejército ruso. Un ciudadano uzbeko que admitió haber sido reclutado por las fuerzas especiales de Ucrania y que proporcionó detalles sobre el ataque ha sido detenido como sospechoso, según el Comité de Investigaciones ruso.