El 8 de diciembre de 2024, hombres armados desconocidos asaltaron la embajada de Irán en Damasco, Siria, tras importantes avances territoriales de los rebeldes sirios. El incidente ocurrió mientras el gobierno aliado de Irán, encabezado por Bashar al-Assad, enfrentaba serias dificultades por parte de las fuerzas rebeldes, en particular Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que ha liderado avances en el oeste de Siria.
Los medios estatales iraníes informaron que los asaltantes no solo invadieron la embajada, sino que también atacaron tiendas cercanas. Imágenes que circularon por varios medios mostraron a personas dentro de la embajada revisando muebles y documentos, causando daños en el edificio. Sin embargo, la autenticidad de estos videos no pudo ser verificada de manera independiente.
En respuesta a la situación en aumento, Irán anunció la evacuación de las familias de la embajada, pero negó las afirmaciones sobre el retiro de personal militar. El embajador iraní en Siria, Hossein Akbari, confirmó que la embajada seguía operativa con varios diplomáticos presentes y estaba involucrada en discusiones de alto nivel sobre la crisis en curso.
HTS, que ha garantizado la seguridad de importantes sitios religiosos en la zona, anteriormente estaba afiliada a al-Qaeda antes de cambiar de nombre en 2016. El santuario de Sayeda Zeinab, un sitio venerado por los chiitas, ha atraído históricamente a peregrinos y miembros de milicias.