El 4 de diciembre de 2024, se espera que los diputados franceses voten sobre mociones de censura que probablemente resulten en la destitución del primer ministro Michel Barnier, marcando el primer evento de este tipo en más de seis décadas. La agitación política se produce mientras Francia enfrenta un déficit presupuestario significativo.
Se anticipa que la votación de censura pasará con el apoyo de los partidos de izquierda y del Rassemblement National (RN) de extrema derecha, que juntos tienen suficientes votos para derrocar al gobierno. Barnier expresó su esperanza de que su gobierno sobreviva a pesar de la oposición abrumadora.
El actual panorama político en Francia es notablemente fragmentado, sin que ningún partido tenga una mayoría. La votación sigue al rechazo del presupuesto de 2025, que solo recibió apoyo del partido de Macron y de una facción tradicional de derecha menor.
Si la moción tiene éxito, el presidente Emmanuel Macron deberá nombrar a un nuevo primer ministro, un proceso complicado por las restricciones constitucionales que impiden nuevas elecciones legislativas hasta mediados de 2025. Macron ha sugerido candidatos potenciales, incluidos el ministro de Defensa Sébastien Lecornu y el centrista François Bayrou.
En una declaración desde Arabia Saudita, Macron expresó su confianza en que la moción podría no prosperar, desestimando los llamados a su dimisión como poco realistas. La inestabilidad política ha suscitado preocupaciones sobre su impacto en la Unión Europea, especialmente considerando los propios desafíos políticos de Alemania.
Los economistas advierten que la crisis en curso podría generar una mayor presión financiera sobre las empresas y los contribuyentes, aunque no prevén una crisis inmediata de deuda soberana.