El 29 de noviembre de 2024, los miembros del Parlamento del Reino Unido llevarán a cabo una votación significativa sobre la asistencia para morir. La legislación propuesta, presentada por la diputada del Partido Laborista Kim Leadbeater, busca permitir que las personas terminales con un pronóstico de vida de menos de seis meses opten por terminar con su vida.
El proyecto de ley estipula que la opción de asistencia para morir estaría disponible solo para adultos diagnosticados con una enfermedad terminal. Además, el proceso requiere la aprobación de dos médicos y un juez del tribunal superior. Este marco se alinea estrechamente con el modelo establecido en el estado estadounidense de Oregón, donde los medicamentos letales deben ser autoadministrados.