El 28 de noviembre de 2024, el Reino Unido anunció la firma de un acuerdo de seguridad con Irak destinado a abordar el problema del tráfico de personas. La secretaria de Estado británica Yvette Cooper enfatizó la necesidad de que las naciones colaboren de manera más efectiva para combatir el crimen organizado relacionado con la inmigración.
Cooper declaró que las bandas de traficantes están explotando cruces peligrosos, con operaciones que se extienden desde el norte de Francia hasta la región del Kurdistán en Irak. Subrayó la naturaleza global de este crimen, afirmando que la aplicación de la ley también debe operar a través de las fronteras internacionales.
Como parte del acuerdo, el Reino Unido asignará hasta £300,000 (aproximadamente $380,000) para la formación de las fuerzas de seguridad iraquíes en seguridad fronteriza. Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar las capacidades para combatir el crimen organizado relacionado con la inmigración y las drogas.
Además, el Reino Unido se ha comprometido a destinar £200,000 (alrededor de $254,000) para apoyar proyectos en la región del Kurdistán centrados en la migración irregular y la seguridad fronteriza, incluida la creación de una nueva fuerza de tarea.
El pacto también incluye una campaña de comunicación diseñada para contrarrestar la desinformación que los traficantes de personas difunden en línea. El Ministerio del Interior describió este acuerdo como el paquete operativo más significativo para combatir el crimen organizado grave y el tráfico de personas entre las dos naciones hasta la fecha.