Volkswagen (VW), el mayor fabricante de automóviles de Alemania, ha anunciado planes para cerrar al menos tres de sus diez plantas en el país. Daniela Cavallo, jefa del consejo de trabajo de VW, informó a los empleados en Wolfsburg que todas las instalaciones alemanas están afectadas, lo que deja en duda la seguridad laboral de casi 300,000 empleados.
Este anuncio sigue a una caída del 14 % en las ganancias netas durante la primera mitad del año y a la terminación de un acuerdo de seguridad laboral de larga data con los sindicatos. El sindicato IG Metall ha expresado una fuerte insatisfacción, describiendo los planes como un duro golpe para la fuerza laboral.
Cavallo indicó que los recortes propuestos no solo afectarían las operaciones de las plantas, sino que también resultarían en reducciones salariales y la externalización de varios departamentos. Los empleados temen pérdidas significativas de empleos y salarios reducidos, con recortes potenciales de hasta el 18 % en la compensación.
La próxima reunión de negociación con IG Metall está programada para el miércoles, donde se espera que se discutan conceptos futuros de empleo. La empresa enfrenta serios desafíos económicos que han llevado a estas drásticas medidas.