El 1 de octubre de 2023, Irán lanzó un ataque significativo con misiles contra Israel, marcando el segundo ataque de este tipo en seis meses. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní declaró que la ofensiva era una represalia por el asesinato de líderes clave de Hezbolá y Hamás. Los informes militares israelíes indican que se dispararon más de 180 misiles balísticos, la mayoría de los cuales fueron interceptados. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu condenó el ataque, afirmando que Irán había cometido un 'grave error' que pagaría.
En respuesta a la escalada de la situación, el presidente estadounidense Joe Biden se opuso a cualquier ataque israelí contra instalaciones nucleares iraníes, enfatizando la necesidad de una respuesta proporcional por parte de Israel. Los comentarios de Biden se produjeron después de que el expresidente Donald Trump abogara por un ataque preventivo a los sitios nucleares de Irán, destacando la amenaza nuclear como una prioridad.
El conflicto se intensificó aún más el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un asalto a gran escala contra Israel, resultando en aproximadamente 1,200 muertes civiles y la captura de alrededor de 250 rehenes. En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás, lo que llevó a extensas operaciones militares en Gaza que, según datos del ministerio de salud controlado por Hamás, resultaron en más de 41,800 muertes palestinas.
Este conflicto en curso ha involucrado a Hezbolá, que ha estado atacando activamente a Israel desde Líbano. Irán, conocido por financiar a Hezbolá, ha exigido el cese de las operaciones militares israelíes en Gaza.
La situación sigue siendo crítica, con posibles implicaciones para las relaciones internacionales y la estabilidad regional.