El 19 de septiembre de 2024, el expresidente boliviano Evo Morales comenzó una marcha abogando por su candidatura en las próximas elecciones de 2025, a pesar de haber anunciado previamente su retiro para evitar represalias gubernamentales. La marcha, que comenzó el 17 de septiembre en Caracollo, en la región de Oruro, tiene como objetivo llegar a La Paz el 23 de septiembre.
Morales, quien lidera el Movimiento al Socialismo (MAS), afirmó que la protesta busca abordar problemas críticos como la escasez de dólares y combustible, así como el aumento de los precios de productos básicos. Los seguidores argumentan que la marcha es esencial para la 'salvación de la patria' y exigen el respeto a las resoluciones de un congreso realizado el año pasado que respaldó la candidatura de Morales.
El gobierno boliviano, encabezado por el presidente Luis Arce, considera que la movilización es un posible intento de golpe de Estado, sugiriendo que busca allanar el camino para que el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, asuma el poder y facilite la candidatura de Morales. Las tensiones entre Morales y Arce se han intensificado desde finales de 2021, principalmente debido a desacuerdos sobre la administración estatal y el liderazgo interno del partido.
La situación en Bolivia refleja una inestabilidad política más amplia, con implicaciones para la gobernanza del país y su paisaje político, mientras las facciones dentro del MAS luchan por el control.