Estudios recientes sugieren que la colisión anticipada entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda, a menudo llamada "Milkomeda", es menos segura de lo que se pensaba anteriormente. Los astrónomos han predicho durante mucho tiempo esta fusión galáctica, pero nuevos hallazgos indican una probabilidad reducida de que ocurra en los próximos 4 a 5 mil millones de años.
La predicción inicial se basó en la trayectoria de las galaxias una hacia la otra a aproximadamente 360.000 kilómetros por hora. Sin embargo, un nuevo modelo considera la influencia gravitacional de las galaxias más pequeñas dentro del Grupo Local, incluidas la Gran Nube de Magallanes (LMC) y la galaxia del Triángulo (M33).
Los investigadores realizaron 100.000 simulaciones utilizando datos de los telescopios espaciales Hubble y Gaia. Los resultados muestran aproximadamente un 50% de probabilidad de una colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda en los próximos 10 mil millones de años, con solo un 2% de probabilidad de colisión en 4-5 mil millones de años. La misión Gaia concluyó su fase de escaneo del cielo el 15 de enero de 2025, y las futuras publicaciones de datos en 2026 y más allá refinarán aún más estas predicciones.
Si bien una fusión Vía Láctea-Andrómeda alteraría drásticamente ambas galaxias, la eventual transformación del sol en una gigante roja representa una amenaza más inmediata para la Tierra. En aproximadamente 5 mil millones de años, el sol se expandirá, potencialmente engullendo a Mercurio, Venus y posiblemente la Tierra.
También vale la pena señalar que una fusión entre la Vía Láctea y la LMC es más probable dentro de 2 mil millones de años. Este evento cambiaría significativamente la galaxia, impactando el agujero negro supermasivo central.