NASA plane desorbitar la Estación Espacial Internacional para 2030, surgen preocupaciones ambientales

La vida operativa de la Estación Espacial Internacional (EEI) está programada para concluir a finales de esta década. La NASA tiene la intención de desorbitar la EEI, permitiendo que reingrese a las capas más densas de la atmósfera y se queme, con los escombros cayendo en el océano. Esta operación está prevista para aproximadamente 2030, con la NASA asegurando que los riesgos ambientales serán mínimos. Sin embargo, algunos expertos expresan escepticismo.

Según Space.com, la destrucción de un objeto tan masivo como la EEI, que pesa alrededor de 450 toneladas, podría resultar en la emisión de productos químicos dañinos que podrían dañar la capa de ozono. Leonard Schultz, investigador de la Universidad Técnica de Braunschweig, señala que el regreso de la EEI a la atmósfera podría agravar la contaminación causada por los desechos espaciales.

“Dada la masa de la estación, esto podría tener un impacto significativo en la atmósfera, y apenas comenzamos a comprender la magnitud de este fenómeno”, dijo Schultz.

Los estudios ya han indicado que la incineración de satélites, como el Starlink de SpaceX, genera emisiones de óxidos de aluminio en la atmósfera superior. Estos contaminantes pueden permanecer en la estratosfera hasta 30 años, dañando la capa de ozono. La investigación publicada en Geophysical Research Letters indica que un satélite de 550 kilogramos produce aproximadamente 30 kilogramos de nanopartículas de óxido de aluminio.

Para facilitar la desorbitación de la EEI, la NASA está colaborando con SpaceX, que está desarrollando una nave de carga especializada, Dragon. La NASA ha asignado 843 millones de dólares a la empresa que ganó el contrato. Esta tarea requiere un control cuidadoso para dirigir la estación hacia un punto remoto en el océano Pacífico conocido como 'Punto Nemo', ubicado a la máxima distancia de cualquier costa habitada.

El físico Luciano Anselmo del Laboratorio de Dinámica de Vuelo Espacial cree que el impacto en el océano será mínimo. Lo compara con la masa de barcos hundidos, que supera con creces la de los desechos espaciales. Sin embargo, el impacto en las capas superiores de la atmósfera sigue siendo una preocupación ambiental considerable, cuyas consecuencias aún deben ser evaluadas completamente.

El número creciente de lanzamientos de satélites y el regreso de objetos del espacio intensifican la contaminación atmosférica. La destrucción de la EEI representará el experimento más grande de su tipo en la historia, cuyos resultados podrían cambiar el enfoque de la humanidad sobre la eliminación de objetos espaciales.

Anteriormente, informamos sobre cómo el Cargo Dragon de SpaceX con motores mejorados es capaz de desorbitar la EEI.

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