La Agencia Espacial Europea (ESA) está a punto de revolucionar las operaciones en la baja órbita terrestre con su innovador Space Rider, un laboratorio robótico no tripulado diseñado para el despliegue y recuperación versátiles de cargas útiles. Esta misión se espera que mejore las capacidades de investigación en varios campos científicos, incluyendo farmacéutica, biomedicina y ciencias físicas.
Space Rider, comparable en tamaño a dos furgonetas, será lanzado a bordo del cohete Vega-C y podrá permanecer en órbita hasta dos meses. Sus capacidades operativas incluyen la entrega de cargas útiles a plataformas orbitales y su recuperación para el retorno a la Tierra. Esta funcionalidad podría reducir significativamente los costos y mejorar la eficiencia de los experimentos realizados en el espacio.
Animaciones recientes demuestran el potencial de Space Rider para desplegar drones de inspección, que pueden evaluar el estado de los satélites y otras naves espaciales. Esta capacidad permitirá a los equipos operativos identificar daños y planificar misiones de mantenimiento, prolongando así la vida útil de los satélites y minimizando los desechos espaciales.
Al final de su misión, Space Rider aterrizará en una pista, lo que permitirá la descarga y la reacondicionamiento de sus cargas útiles para futuros vuelos. Las implicaciones de esta tecnología van más allá de las misiones individuales, ya que promete fomentar una economía sostenible en la baja órbita terrestre.