Las Fuerzas Espaciales de EE. UU. Amplían sus capacidades de detección de misiles con un contrato de 1.8 mil millones de dólares para satélites y nuevas demostraciones tecnológicas

WASHINGTON -- Las Fuerzas Espaciales de EE. UU. han otorgado a Northrop Grumman un contrato de 1.8 mil millones de dólares para comenzar la producción de dos satélites avanzados de alerta temprana diseñados para detectar amenazas de misiles, especialmente desde el hemisferio norte. Este contrato, anunciado el 23 de octubre, aumenta el valor total del programa de Infraestructura Persistente de Infrarrojos de Próxima Generación (OPIR) a 4.1 mil millones de dólares, tras un contrato de 2.3 mil millones de dólares otorgado en 2020.

El proyecto ha pasado a una fase crítica, moviéndose de diseño y desarrollo a la fabricación y las pruebas de los satélites y sus sistemas terrestres asociados. El programa OPIR incluye satélites geosíncronos construidos por Lockheed Martin y satélites en órbita polar desarrollados por Northrop Grumman. Estos últimos se colocarán en órbitas altamente elípticas para mejorar la vigilancia sobre el hemisferio norte, un área clave para las amenazas potenciales de misiles.

El primer satélite está programado para lanzarse en 2028, equipado con sensores infrarrojos para detectar lanzamientos de misiles y transmitir datos a estaciones en tierra para un análisis y respuesta rápidos. Con un costo total estimado de 14 mil millones de dólares, el programa OPIR sigue siendo una de las iniciativas de adquisición de satélites más significativas para las Fuerzas Espaciales, centrándose en grandes sistemas para vigilancia persistente.

En desarrollos relacionados, la NASA está avanzando en su misión Pathfinder Technology Demonstrator-4 (PTD-4), que tiene como objetivo demostrar una nueva tecnología de potencia y comunicación para futuras naves espaciales. El componente clave de la misión, el Lightweight Integrated Solar Array and anTenna (LISA-T), está diseñado para mejorar la generación de energía y las capacidades de comunicación para pequeñas naves espaciales en misiones de espacio profundo. El despliegue inicial del array solar de LISA-T está en marcha, con el potencial de mejorar la capacidad operativa de futuras misiones.

Además, las Fuerzas Espaciales de EE. UU. han otorgado un contrato de 386 millones de dólares a Millennium Space Systems para construir seis satélites para la detección y seguimiento de misiles, tras un acuerdo anterior de 509 millones de dólares para otro conjunto de seis satélites. Estos satélites operarán en órbita terrestre media y están equipados con sensores infrarrojos avanzados capaces de rastrear tanto misiles balísticos como hipersónicos.

Además, la Agencia de Desarrollo Espacial ha seleccionado 19 empresas para su programa de Adquisición Híbrida para Órbita Baja Terrestre Proliferada (HALO) para acelerar el desarrollo de tecnologías satelitales. Esta iniciativa permite pruebas y refinamientos rápidos de tecnologías para mejorar las comunicaciones militares y las capacidades de seguimiento de misiles.

¿Encontró un error o inexactitud?

Consideraremos sus comentarios lo antes posible.