El número total de exoplanetas descubiertos hasta la fecha asciende a 5,288, incluidos candidatos rocosos similares a la Tierra. Sin embargo, ninguno ha sido encontrado con atmósferas hasta ahora. Los investigadores han desarrollado una nueva técnica para detectar atmósferas midiendo la temperatura combinada de una estrella y un exoplaneta justo antes de que el planeta pase detrás de la estrella. Si la temperatura es inferior a la esperada, sugiere la presencia de una atmósfera que regula la temperatura del planeta.
Este enfoque innovador, liderado por el estudiante de doctorado Qiao Xue de la Universidad de Chicago, se basa en un método propuesto en 2019 que analiza las diferencias de temperatura entre los estados más cálidos y más fríos del exoplaneta. Una atmósfera distribuiría el calor de manera más uniforme por la superficie del planeta, lo que resultaría en una temperatura diurna más baja.
Utilizando las capacidades avanzadas del Telescopio Espacial James Webb, el equipo aplicó este método al exoplaneta GJ1132 b, ubicado a 41 años luz. Sus hallazgos indicaron que GJ1132 b no posee atmósfera, ya que su temperatura medida se alinea estrechamente con su temperatura máxima calculada, excluyéndolo como candidato para soportar vida.
Este avance en la investigación de exoplanetas es significativo, ya que mejora nuestra comprensión de las condiciones necesarias para la vida más allá de la Tierra, allanando el camino para futuros descubrimientos en la búsqueda de mundos habitables.