Utilizando el telescopio espacial James Webb (JWST), los científicos han observado jets de gas primordial del centauro 29P/Schwassmann-Wachmann 1, proporcionando información crucial sobre la formación y composición de estos objetos celestes. Este estudio, publicado en la revista Nature, arroja luz sobre la transición de los centauros a cometas y su papel en la comprensión del sistema solar temprano.
Los centauros, que alguna vez se encontraban en el Cinturón de Kuiper más allá de Neptuno, han sido empujados hacia adentro por interacciones gravitacionales, lo que ha llevado a algunos a convertirse en cometas de período corto. Con más de 500 centauros identificados, los astrónomos estiman que podría haber hasta 10 millones más.
La investigadora principal Sara Faggi del Goddard Space Flight Center de la NASA señaló: "Los centauros pueden considerarse como algunos de los restos de la formación de nuestro sistema planetario", destacando su importancia en la preservación de materiales del inicio del sistema solar.
La 29P/Schwassmann-Wachmann 1 es conocida por sus erupciones cada seis a ocho semanas. Observaciones anteriores indicaron un jet de monóxido de carbono (CO), pero el NIRSpec del JWST reveló un jet adicional de CO y dos nuevos jets de dióxido de carbono (CO2). La causa de estos jets sigue siendo incierta, ya que no se detectó vapor de agua, lo cual es esperado dada la distancia de 29P del sol.
Los investigadores proponen que 29P podría ser un binario de contacto, compuesto por múltiples objetos que se han fusionado. Esto desafía las teorías existentes sobre la formación de cuerpos primordiales en el Cinturón de Kuiper. Los hallazgos sugieren que diferentes partes de 29P están compuestas de materiales variados, lo que indica una historia de formación compleja.
Dado que estos cuerpos celestes han permanecido en gran medida sin cambios durante miles de millones de años, el estudio de su desgasificación puede proporcionar información invaluable sobre las condiciones presentes durante la infancia del sistema solar. Las futuras observaciones con el JWST buscarán monitorear los jets en busca de cambios, revelando potencialmente más sobre la dinámica de 29P.