El Samsung Galaxy Z Fold 7 ha sido sometido a rigurosas pruebas de durabilidad, destacando mejoras significativas en su resistencia. La pantalla externa, protegida por Gorilla Glass Ceramic 2, mostró una notable capacidad para resistir arañazos, alcanzando el nivel 6 en la escala de Mohs, con marcas más profundas apareciendo en el nivel 7. Este avance en la protección de la pantalla es crucial, dado que los smartphones sufren daños en la pantalla con mayor frecuencia que cualquier otro componente.
El dispositivo superó múltiples pruebas de flexión sin sufrir daños estructurales, lo que coincide con la afirmación de Samsung de soportar 500,000 pliegues. Esta cifra es un testimonio de la ingeniería avanzada y la búsqueda constante de la durabilidad en los dispositivos plegables. La resistencia al polvo del dispositivo es también notable, a pesar de su clasificación IP48, demostrando que la pantalla y la bisagra permanecieron funcionales después de la exposición al polvo.
Sin embargo, es importante destacar las limitaciones del dispositivo. Tanto la pantalla interna como la externa sufrieron daños permanentes tras la exposición directa al fuego, con la pantalla interna expuesta durante 10 segundos y la externa durante 15 segundos. Este hallazgo subraya la necesidad de precaución en situaciones de alta temperatura.
El Galaxy Z Fold 7 representa un paso adelante en la durabilidad de los smartphones plegables, pero la conciencia de sus limitaciones, especialmente en cuanto a resistencia a arañazos y calor, es fundamental para una experiencia de usuario óptima. La tecnología avanza, y con ella, nuestra capacidad de adaptarnos y apreciar la resiliencia en cada innovación.