La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) está investigando el sistema "Full Self-Driving" (FSD) de Tesla tras informes de accidentes en condiciones de baja visibilidad, incluido un incidente fatal que involucró a un peatón.
La investigación abarca aproximadamente 2,4 millones de Teslas de los años modelo 2016 a 2024. Los investigadores buscan determinar la capacidad del sistema para detectar y responder a escenarios de visibilidad reducida, como deslumbramiento solar y niebla.
Eventos recientes han resaltado las ambiciones de Tesla por vehículos completamente autónomos, con planes para robotaxis sin volante ni pedales programados para California y Texas para 2026. Sin embargo, el resultado de la investigación podría obstaculizar estos desarrollos.
La NHTSA también evaluará el impacto en la seguridad de cualquier actualización del sistema FSD que pueda haber afectado su rendimiento en condiciones de baja visibilidad. Los críticos argumentan que la dependencia de Tesla únicamente de cámaras para la detección de peligros podría comprometer la seguridad, ya que la mayoría de los competidores incorporan sensores adicionales.
Esta investigación marca un cambio en el enfoque de la NHTSA, que ahora se centra en las capacidades del FSD en lugar de simplemente asegurar que el conductor esté atento. Las implicaciones de esta investigación podrían redefinir el panorama regulatorio de los vehículos autónomos en EE. UU.