Los chatbots de IA están ganando popularidad en la terapia de salud mental, a medida que las personas buscan formas alternativas de compartir emociones y recibir consejos. Mya Dunham, de 24 años, ha estado usando ChatGPT durante dos meses, encontrándolo sorprendentemente atractivo y humano.
Si bien algunos usuarios informan comodidad y apoyo de los chatbots, los expertos expresan preocupaciones sobre su efectividad. El Dr. Russell Fulmer, presidente del grupo de trabajo de IA de la Asociación Americana de Consejería, reconoce beneficios potenciales, señalando que los chatbots pueden ayudar a reducir la ansiedad y la depresión leve en algunos usuarios.
Sin embargo, la Dra. Marlynn Wei advierte que la mayoría de los chatbots no están diseñados para fines de salud mental y pueden proporcionar información inexacta o no referir a los usuarios a profesionales cuando sea necesario. Los expertos enfatizan que los chatbots deben complementar, no reemplazar, a los terapeutas humanos.
La privacidad es otra preocupación, ya que los chatbots a menudo no cumplen con las regulaciones de seguridad de la información de salud. Grupos vulnerables, como los menores, no deben usar estas herramientas sin supervisión de adultos.
A pesar de los debates en curso, expertos como el Dr. Daniel Kimmel de la Universidad de Columbia creen que la investigación adicional sobre los chatbots de IA podría mejorar la comprensión de su potencial en la salud mental. Dunham argumenta que los chatbots de IA pueden beneficiar a las personas introvertidas que pueden tener dificultades para comunicarse con personas reales, destacando la necesidad de ser abiertos a diferentes métodos de sanación.
En conclusión, aunque los chatbots de IA presentan una tendencia prometedora en la terapia de salud mental, los usuarios deben ser conscientes de los riesgos y limitaciones asociados, utilizándolos de manera responsable y no como un sustituto completo de terapeutas profesionales.