En Lucerna, Suiza, la Capilla de San Pedro ha introducido un holograma de IA de Jesucristo en un confesionario como parte de una instalación artística titulada Deus in Machina. Esta iniciativa tiene como objetivo explorar la intersección entre tecnología y espiritualidad, y estará en funcionamiento hasta el 27 de noviembre.
A pesar de los rumores iniciales que sugerían que el holograma participaría en el sacramento de la confesión, la parroquia aclaró que su propósito es mantener conversaciones con los visitantes. Marco Schmidt, teólogo de la parroquia, enfatizó que este proyecto es un experimento diseñado para fomentar discusiones sobre el papel de la IA en contextos religiosos.
La instalación, una colaboración entre Philipp Haslbauer, Aljosa Smolic y Marco Schmid, busca evaluar si la IA puede ayudar a los sacerdotes al proporcionar apoyo fuera de horario. El holograma puede comunicarse en 100 idiomas y está entrenado en el Nuevo Testamento, alineando sus respuestas con las enseñanzas de la iglesia. Informes indican que dos tercios de los usuarios sintieron que tuvieron una 'experiencia espiritual' durante sus interacciones.
Sin embargo, el profesor de ética teológica Peter Kirchschläger advirtió contra considerar la IA como un reemplazo de la atención pastoral, destacando las cualidades humanas únicas necesarias para la guía espiritual. La parroquia ha asegurado la presencia humana durante la instalación para proporcionar una comprensión más profunda de los mensajes del holograma, facilitando una experiencia más rica para los asistentes.