En una subasta histórica en Sotheby's, un retrato del pionero informático Alan Turing, creado por el robot humanoide Ai-Da, se vendió por más de 1,08 millones de dólares. Esta venta no solo superó las expectativas, sino que también destaca la fusión de tecnología y creatividad en el mercado del arte.
Titulada "A.I. God", la obra representa a Turing en un estilo inspirado por íconos del arte moderno y forma parte de un tríptico que explora su vida y legado. Sotheby's la describió como una "nueva frontera en el mercado global del arte", reflejando un creciente interés en el papel de la IA en los esfuerzos creativos.
Michael Bouhanna, jefe de arte digital en Sotheby's, comentó: "Es un momento único para el arte contemporáneo. La combinación de arte y tecnología está ganando más interés, especialmente entre una generación más joven de coleccionistas." La subasta generó debates sobre las implicaciones éticas y sociales de la IA en la creación artística.
Ai-Da, desarrollada en 2019 por el galerista británico Aidan Meller y especialistas en IA de universidades británicas, representa la vanguardia de la tecnología en el arte. Equipado con cámaras, Ai-Da interpreta imágenes utilizando algoritmos avanzados para generar representaciones artísticas.
El retrato fue creado a través de una extensa colaboración entre Ai-Da y un equipo creativo, centrándose en una representación "etérea y inquietante" que evoca las primeras reflexiones de Turing sobre los riesgos y posibilidades de la IA. Meller señaló que los tonos apagados de la obra reflejan los desafíos que Turing anticipó en la gestión de la IA.
La venta récord subraya un mercado en transformación para el arte digital, que ha ganado terreno gracias a la popularidad de los NFT y a artistas que exploran la IA. La naturaleza humanoide de Ai-Da plantea preguntas sobre la capacidad de una máquina para transmitir conceptos y emociones a través del arte.
Sotheby's ha estado a la vanguardia de esta evolución, generando más de 200 millones de dólares en ventas de arte digital desde el establecimiento de su Departamento de Arte Digital en 2021. Esta subasta marcó la primera vez que un robot humanoide vendió una pieza en Sotheby's, ampliando la definición de arte de IA.
El trabajo de Ai-Da fomenta el diálogo sobre tecnologías emergentes, con el robot afirmando que el retrato de Turing invita a reflexionar sobre la naturaleza divina de la IA y sus implicaciones éticas. La obra también presenta patrones que recuerdan a la máquina de Turing, simbolizando tanto la ingeniosidad como la precaución respecto al potencial de la IA.
La venta de "A.I. God" ha reavivado los debates sobre la legitimidad del arte generado por IA y su impacto en la industria artística. Mientras algunos críticos lo comparan con experimentos artísticos anteriores, otros ven el arte de IA como un reflejo de cambios sociales.
Meller reconoció los desafíos que plantea la creciente agencia de la IA en la creación artística, comparándolo con el impacto transformador de la cámara en el mundo del arte. La venta simboliza no solo el ascenso de una nueva forma de creatividad, sino también el desafío de aceptar un arte que ya no es solo humano.