La promesa del robotaxi de Elon Musk, que data de 2016, se enfrenta a una prueba crucial con el programa piloto de Austin que comienza el 12 de junio. El lanzamiento inicial involucra vehículos Model Y con Full Self-Driving (FSD), monitoreados por conductores humanos.
Si bien los inversores alguna vez previeron una "capitalización de mercado de un billón de dólares", Waymo ya ofrece servicios totalmente autónomos, acumulando numerosos viajes semanalmente. Tesla se basa en software basado en visión, mientras que sus competidores utilizan lidar y radar. La flota de Tesla está en el Nivel 2 – asistencia al conductor – y se espera que la flota de Austin tenga conductores de seguridad o una estricta monitorización remota.
Los coches totalmente autónomos de Waymo operan en varias ciudades, manejando una conducción urbana compleja sin conductores a escala. El sistema de Tesla requiere una monitorización constante. Las investigaciones federales han relacionado los sistemas de Tesla con accidentes. El ex CEO de Waymo, John Krafcik, afirma que Tesla está por detrás de Waymo.
El lanzamiento de Austin parece más centrado en la imagen, dadas las bajas ventas y el aumento del escrutinio. Tesla ha solicitado confidencialidad a la ciudad. Si tiene éxito, el programa piloto podría proporcionar una prueba de concepto para Musk. Analistas como Dan Ives de Wedbush mantienen sus calificaciones positivas, apostando por el futuro de la IA de Tesla, estimando que la IA y los vehículos autónomos valen al menos un billón de dólares solo para Tesla.
Sin embargo, persisten serios escépticos. El lanzamiento de Austin es fundamental para evaluar la tecnología de Tesla, la aceptación regulatoria y la viabilidad comercial. Con Musk, las expectativas son altas.