El Príncipe William y la Princesa Kate se preparan para una nueva etapa en sus vidas, mudándose con sus tres hijos, el Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis, a Forest Lodge, ubicado en el corazón del Gran Parque de Windsor. Esta mudanza, que se espera ocurra a finales de este año, marca un cambio significativo desde su actual residencia en Adelaide Cottage, donde han pasado los últimos tres años.
La decisión de trasladarse a Forest Lodge, una propiedad catalogada como Grado II con ocho dormitorios, se produce tras un período de considerable desafío personal para la familia. La pérdida de la Reina Isabel II y los recientes diagnósticos de salud del Rey Carlos III y la propia Princesa de Gales han influido en esta búsqueda de un nuevo comienzo. La nueva residencia ofrece un entorno que promete mayor espacio, privacidad y una conexión más cercana con la escuela de los niños. Forest Lodge, con una historia que se remonta a principios del siglo XIX y que fue objeto de una importante renovación en 2001, es una propiedad que la pareja planea adaptar a sus necesidades. Se informa que William y Kate financiarán personalmente las renovaciones, asegurando que no haya un coste adicional para los contribuyentes. El Gran Parque de Windsor, un extenso terreno de aproximadamente 5.000 acres, tiene una rica historia real que se remonta a tiempos de Guillermo el Conquistador. A lo largo de los siglos, ha sido un lugar de importancia para la monarquía. Expertos en la realeza y comentaristas de propiedades han señalado que esta mudanza representa una oportunidad para que la familia real establezca un "hogar para siempre" en Windsor, buscando un entorno más tranquilo y familiar, lejos de las presiones de su anterior residencia en Londres.