Según los informes, el Príncipe William alberga un profundo rencor contra su tío, el Príncipe Andrew, viéndolo como una carga para la reputación de la monarquía británica. Los informes sugieren que, con el apoyo público de su lado, el Príncipe William tiene la intención de excluir al Príncipe Andrew de cualquier papel oficial una vez que ascienda al trono.
Expertos reales, incluida Hilary Fordwich, han declarado que se espera que el Príncipe William tome medidas decisivas con respecto al papel del Príncipe Andrew en la monarquía. Fordwich señaló que el Príncipe William tiene una relación tensa con Andrew y se opone firmemente a cualquier rehabilitación pública, queriendo que desaparezca de la vista del público.
La postura de William está impulsada por el deseo de proteger la reputación de la monarquía y garantizar su supervivencia a largo plazo. Según los informes, está muy en contacto con la opinión pública, que considera a Andrew de manera abrumadoramente negativa. Una vez que sea rey, William probablemente se asegurará de que Andrew quede completamente excluido de la vida real y de las apariciones públicas.
La corresponsal real de la BBC, Jennie Bond, se hizo eco de sentimientos similares, afirmando que William ha sido una voz fuerte en la gestión del 'problema de Andrew' y es inflexible en que no hay vuelta atrás para su tío. William se centra en mantener la relevancia de la monarquía en un mundo que cambia rápidamente.
La comentarista real Helena Chard también señaló el reconocimiento de William de la animosidad pública hacia Andrew y su percepción de él como una completa responsabilidad. Los escándalos pasados de Andrew han traído vergüenza a la familia, y William no tolerará a nadie tóxico para la marca, asegurándose de que Andrew no forme parte de la monarquía simplificada.
La imagen pública del Príncipe Andrew sufrió significativamente después de una entrevista en la BBC ampliamente criticada en 2019 con respecto a su conexión con Jeffrey Epstein. Las consecuencias llevaron a la Reina Elizabeth II a destituirlo de sus funciones reales oficiales. El Rey Carlos III, según los informes, ha tratado de distanciar aún más a la monarquía del escándalo, alentando a Andrew a abandonar Royal Lodge.
Los informes también indican que el Príncipe William está "tomando" lentamente el poder de su padre mientras el Rey Carlos III lucha contra el cáncer. Se dice que el heredero aparente está tomando decisiones audaces, independientemente de a quién pise los pies, para beneficiar a la Corona a largo plazo. Cualquiera que se oponga a él será rápidamente echado por la puerta.