La ya tensa relación entre Elon Musk y Donald Trump se deterioró públicamente el jueves, marcada por una serie de intercambios en línea y declaraciones públicas. Este drama en desarrollo, que se desarrolló durante varias horas en plataformas como X y Truth Social, puso de manifiesto desacuerdos sobre políticas y agravios personales.
La tensión inicial surgió de la oposición de Musk al proyecto de ley de Trump, conocido como el "One Big Beautiful Bill". Musk criticó el proyecto de ley el martes, lo que provocó una respuesta poco característica de Trump. La situación se intensificó rápidamente, con ambas figuras intercambiando pullas y acusaciones.
Trump respondió a las críticas de Musk, dirigiéndose a los medios de comunicación y expresando su decepción, citando el mandato y los subsidios de los vehículos eléctricos. Musk respondió con una serie de tuits, cuestionando las declaraciones de Trump y acusándolo de deshonestidad. La disputa pública incluyó la sugerencia de Musk de formar un nuevo partido político y las contraacusaciones de Trump en Truth Social.
El conflicto se extendió más allá de los desacuerdos políticos, con Musk retuiteando contenido y haciendo más acusaciones. Trump defendió su proyecto de ley fiscal, mientras que Musk anunció posibles acciones que impactarían a SpaceX. La Casa Blanca respondió, enfatizando el enfoque del Presidente en la legislación. La situación refleja una fractura significativa en una alianza que alguna vez se percibió entre dos figuras influyentes.