Investigadores rusos han revelado que los dos hijos menores del presidente ruso, Vladímir Putin, presuntamente utilizan el apellido Spiridónov. Los niños, identificados como Iván y Vladímir Jr., serían fruto de su relación con la ex gimnasta olímpica Alina Kabáyeva, una relación que el Kremlin nunca ha confirmado oficialmente.
El apellido Spiridónov estaría vinculado al abuelo paterno de Putin, Spiridón Putin, quien fue chef personal de líderes soviéticos como Lenin y Stalin. Según informes, los niños residen con Kabáyeva en un área protegida cerca de Moscú y San Petersburgo. Se cree que un video que circula en línea muestra al hijo menor de Putin en una academia de gimnasia, exhibiendo habilidades atléticas.
La divulgación de estos detalles ha generado conversaciones sobre la transparencia de las figuras públicas y los esfuerzos que realizan para salvaguardar su vida privada. La información sobre los hijos de Putin y Kabáyeva, quienes se cree que nacieron en Suiza y Moscú respectivamente, ha surgido en medio de un escrutinio intensificado sobre la vida personal del mandatario ruso.
A pesar de las persistentes especulaciones y los informes de periodistas de investigación, el Kremlin ha mantenido consistentemente su postura de no comentar sobre los asuntos familiares de Putin. Alina Kabáyeva, reconocida en el mundo de la gimnasia rítmica, ha llevado una vida discreta en los últimos años. Su presunta relación con Putin ha sido objeto de numerosos reportajes, pero nunca ha sido confirmada por ninguna de las partes.
La práctica de utilizar apellidos diferentes para proteger la identidad de los hijos de figuras públicas no es inusual, especialmente en contextos donde la seguridad y la privacidad son primordiales. El apellido Spiridónov, al estar conectado con el linaje familiar de Putin, añade una capa de complejidad a esta estrategia de protección, planteando interrogantes sobre la gestión de la imagen pública y la vida privada de los líderes mundiales.