Según informes, el actor Ben Affleck está dispuesto a vender la mansión de Beverly Hills que compró con Jennifer Lopez, incluso si eso significa incurrir en pérdidas financieras significativas. Esta decisión marca una ruptura simbólica final con su matrimonio terminado.
La opulenta propiedad, adquirida en 2023 por 60,8 millones de dólares, estaba destinada a ser su hogar conyugal. La mansión cuenta con tres pisos, que abarcan 3.500 metros cuadrados, con 12 dormitorios, 24 baños, un ático para invitados, un gimnasio, un ring de boxeo y estacionamiento para 80 coches. A pesar de sus lujosas comodidades, la propiedad ha tenido dificultades para encontrar un comprador.
Una fuente interna reveló que el precio de la villa se ha reducido en 8 millones de dólares. Sin embargo, Affleck parece no preocuparse por el golpe financiero. Según los informes, está ansioso por vender la propiedad para romper definitivamente la última conexión restante con Lopez.
Fuentes cercanas a Affleck indican que inicialmente dudaba en comprar la casa con Lopez, prefiriendo alojamientos más modestos y considerando el precio excesivo. Lopez, por otro lado, imaginó un espacio romántico de estilo europeo. Las discrepancias sobre la elección de la propiedad supuestamente alimentaron las discusiones durante su matrimonio.
Tras su divorcio, la casa se ha convertido en un símbolo de su relación fracasada. Una posible oferta de 64 millones de dólares que no se concretó en septiembre solo amplificó la frustración. La residencia que una vez soñaron se ha convertido ahora en una carga emocional. "Es un pequeño precio a pagar para Ben", añadió la fuente. "Solo quiere seguir adelante".
Affleck está preparado para perder millones para cerrar el capítulo con Lopez. Para él, la paz personal es más valiosa que cualquier suma de dinero.