Angelina Jolie, otrora símbolo del glamour de Hollywood y conocida alborotadora, ha revelado que no se siente a sí misma desde hace una década. Esta revelación llega a raíz de su mediático divorcio de Brad Pitt, una separación que ha dejado cicatrices duraderas.
La pareja, conocida como "Brangelina", cautivó al mundo con su historia de amor, que comenzó en el set de "Sr. y Sra. Smith". Sin embargo, su matrimonio terminó en 2016, citando Jolie "diferencias irreconciliables". La batalla por el divorcio fue agria, marcada por acusaciones de abuso y una amarga disputa por su finca vinícola francesa, Miraval.
Fuentes cercanas a Jolie indican que el trauma del divorcio continúa afectándola. Según los informes, le cuesta volver a confiar y ha priorizado a sus hijos y su carrera por encima del romance. Si bien Pitt aparentemente ha seguido adelante, Jolie parece estar adoptando un enfoque más cauteloso de la vida.
El enfoque de Jolie se ha centrado en sus seis hijos, que son su mayor alegría. Se la ha visto en alfombras rojas con ellos, y su prioridad como madre la ha mantenido en Los Ángeles. Ha expresado su deseo de abandonar la ciudad una vez que sus gemelos cumplan 18 años.
Su carrera como actriz ha tenido un ritmo más lento, con su actuación en "Maria" obteniendo una nominación al Globo de Oro pero sin reconocimiento al Oscar. Mientras tanto, la carrera de Pitt sigue prosperando, con éxitos recientes y una nueva relación. El contraste destaca los diferentes caminos que ha tomado la ex pareja desde su separación.
La decisión de Jolie de permanecer soltera refleja su cautela y su deseo de paz. Está rodeada de un pequeño círculo de amigos de confianza y se centra en sus hijos y su propia curación. A medida que navega por este nuevo capítulo, está priorizando su bienestar y la privacidad de su familia.