Ana de Armas se encuentra en el centro de la atención mediática tras dar "me gusta" a una publicación de Instagram que supuestamente se burlaba de Nicole Kidman, expareja de Tom Cruise. La publicación, originada en la cuenta @celebmess, presentaba una comparación del antes y después de la apariencia de Kidman, junto con un extracto de una entrevista de 2007 donde ella hablaba sobre su aspecto natural. El pie de foto, que utilizaba el meme "Sure, Jan" y etiquetaba una marca de rellenos dérmicos, ha sido interpretado por muchos como un respaldo a las críticas sobre la apariencia de Kidman.
Esta actividad en redes sociales se produce en un momento en que las especulaciones sobre un posible romance entre de Armas y Cruise continúan en aumento. La pareja ha sido vista junta en diversas ocasiones, incluyendo cenas y un paseo en yate, alimentando los persistentes rumores. A pesar de estos avistamientos públicos, ambos actores han mantenido consistentemente que su relación es estrictamente profesional.
En una entrevista separada, Tom Cruise reflexionó sobre su colaboración pasada con Kidman en la película "Eyes Wide Shut", recordando cómo recomendó a Kidman para el papel de su esposa. Elogió las habilidades actorales de Kidman, comentando: "Porque obviamente es una gran actriz". Ni de Armas ni Cruise han emitido declaraciones oficiales respecto al reciente incidente en Instagram.
La controversia generada por el "me gusta" de Ana de Armas subraya la delicada intersección entre la vida personal de las celebridades y su presencia en línea. En una era donde cada interacción digital puede ser analizada y amplificada, este incidente sirve como un recordatorio de cómo las acciones en redes sociales pueden tener repercusiones significativas, especialmente cuando se entrelazan con rumores de relaciones públicas. La atención se centra ahora en cómo estas dinámicas afectarán las percepciones públicas y las futuras interacciones de los involucrados, destacando la importancia de la gestión de la imagen en el ojo público.