Blake Lively y Anna Kendrick se reúnen en 'Un pequeño favor', una secuela tan extraña como la original. El director Paul Feig trae de vuelta a las protagonistas a su tranquila ciudad de Connecticut, ahora plagada de aún más delitos.
Stephanie Smothers, interpretada por Kendrick, ha pasado de las recetas de cupcakes a los misterios de crímenes reales. También ha escrito un libro de memorias para la prensa sensacionalista sobre su experiencia con Emily, interpretada por Lively.
Emily reaparece y le pide a Stephanie que sea su dama de honor en su boda. La boda es en Capri, el prometido de Emily es un jefe de la mafia y el peligro acecha en cada esquina.
La película amplía lo absurdo de la original, con todo más grande, más ruidoso y más exagerado. Nuevos personajes se unen a la refriega, incluido un agente literario bocazas y una esposa de la mafia maquiavélica.
La química entre Lively y Kendrick sigue siendo un punto culminante. Su tensión elástica mantiene la película en curso, incluso cuando amenaza con dispararse hacia lo absurdo.
'Un pequeño favor' es una serie incesante de bombas diseñadas para gratificar nuestros deseos más primitivos. La trama incluye envenenamientos, sueros de la verdad y disfraces baratos, lo que la convierte en un viaje salvaje.