Muchas personas cometen un error al cocinar frijoles al remojarlos antes de cocinarlos, creyendo que mejora la calidad. Sin embargo, esto puede reducir el valor nutricional e impedir la absorción de minerales.
Los nutricionistas recomiendan un método que implica lavar los frijoles, hervirlos con una pizca de bicarbonato de sodio durante unos minutos, y luego dejarlos reposar durante una hora antes de enjuagarlos y cocinarlos en agua fresca. Este método neutraliza el ácido fítico, preservando los minerales, acortando el tiempo de cocción y mejorando la digestión.
Consejos adicionales incluyen germinar granos y legumbres, la fermentación, cocinar por más tiempo a temperaturas más altas y consumir vitamina C para ayudar a la absorción de minerales, incluso con ácido fítico presente.