La reciente campaña publicitaria de American Eagle, protagonizada por la actriz Sydney Sweeney, ha generado debate en línea debido a la interpretación del eslogan "Sydney Sweeney tiene buenos genes". Este juego de palabras, que alude tanto a "genes" como a "jeans", ha sido interpretado por algunos como una referencia a estándares de belleza eurocéntricos y ha suscitado críticas por posibles connotaciones raciales.
En uno de los anuncios, Sweeney menciona: "Los genes se transmiten de padres a hijos, determinando rasgos como el color de cabello, personalidad e incluso color de ojos... mis jeans son azules". Esta declaración ha sido vista por algunos como una alusión a la superioridad genética, evocando ideologías históricas que promovían la discriminación.
Además, la campaña incluye una línea de jeans diseñada por Sweeney, denominada "The Sydney Jean", cuyos beneficios se destinan a la Crisis Text Line, una organización que brinda apoyo en salud mental. A pesar de la controversia, la campaña ha tenido un impacto positivo en el rendimiento de las acciones de American Eagle, con un aumento significativo en su valor bursátil desde el lanzamiento de la campaña.
La situación destaca la importancia de la sensibilidad cultural y la necesidad de una comunicación inclusiva en la publicidad, así como la responsabilidad de las marcas al abordar temas delicados en sus campañas.