Gap ha lanzado su campaña de otoño 2025, titulada "Better in Denim", protagonizada por el grupo global KATSEYE. La campaña marca un regreso a la estética Y2K y pone un fuerte énfasis en la inclusión, utilizando un remix de "Milkshake" de Kelis.
La iniciativa, dirigida por Bethany Vargas y fotografiada por Bjorn Iooss, busca reconectar con el legado de la marca en música y movimiento. Presenta a las seis integrantes de KATSEYE, provenientes de diversos orígenes internacionales, bailando en un entorno que evoca unidad y autoexpresión. El uso del remix de "Milkshake", un himno de principios de los 2000, refuerza la temática de nostalgia y la celebración de la era Y2K, que está experimentando un resurgimiento en la moda actual.
La coreografía, a cargo de Robbie Blue, mezcla estilos para permitir que cada miembro de KATSEYE muestre su individualidad, vistiendo los icónicos jeans de Gap, incluyendo el regreso de los estilos "Long & Lean". En contraste, la campaña de American Eagle "Sydney Sweeney Has Great Jeans", lanzada el 23 de julio de 2025, se enfrentó a críticas por su juego de palabras entre "genes" y "jeans", que algunos interpretaron como insidioso y con connotaciones de eugenesia.
La estrategia de Gap de asociarse con KATSEYE, un grupo conocido por su diversidad cultural y creciente influencia global, se alinea con la tendencia de la industria de la moda hacia una mayor inclusión. La investigación de mercado indica que las campañas que presentan representación diversa generan un mayor compromiso del consumidor, lo que se traduce en una mayor conciencia de marca y una base de clientes ampliada. La inclusión en la moda no solo resuena con audiencias diversas, sino que también fomenta una mayor aceptación y comprensión cultural.
El éxito de campañas inclusivas como la de Dove "Real Beauty", que vio un aumento del 60% en las ventas, subraya el impacto financiero positivo de la representación auténtica. La campaña "Better in Denim" de Gap, con su enfoque en la autoexpresión, la unidad y la celebración de la diversidad a través de la música y el baile, parece estar resonando positivamente con los consumidores. La marca ha revivido su herencia de marketing centrada en la música y el movimiento, creando una conexión cultural que va más allá del producto en sí, posicionándose como un referente de estilo y valores en el panorama actual de la moda.
Este enfoque estratégico, que aprovecha la nostalgia de la era Y2K y la creciente popularidad de KATSEYE, busca consolidar la relevancia de Gap en el mercado, ofreciendo un mensaje de pertenencia y autoaceptación que contrasta marcadamente con las controversias que han rodeado a otras campañas recientes de la industria.