La industria de la moda de segunda mano está experimentando un resurgimiento significativo, impulsado por factores como el auge de la moda rápida, las subidas de precios de lujo y un creciente deseo de individualismo. Lo que antes era una opción económica, ahora es un símbolo de estatus, que refleja una apreciación por la historia de la moda y la ética ambiental. La digitalización de la reventa a través de plataformas como The RealReal, Vestiaire Collective, Depop y Vinted la ha hecho más accesible y socialmente aceptable.
Los consumidores están utilizando cada vez más las compras de segunda mano para rechazar las microtendencias, favoreciendo el estilo personal sobre las modas pasajeras. En 2025, se priorizará la curación personal, y las personas buscarán inversiones a largo plazo como abrigos vintage o bolsos fuera de producción. Las celebridades también están adoptando lo vintage, usando piezas de archivo raras para diferenciarse y promover la sostenibilidad. El look de Miley Cyrus en los Grammy 2024 y el vestido Alaïa de archivo de Kylie Jenner en la Semana de la Moda de París ejemplifican esta tendencia.
Las marcas están capitalizando la nostalgia con reediciones de bolsos de diseñador, como la colección Murakami de Louis Vuitton y el Saddle Bag de Dior. Los compradores ahora están priorizando el valor duradero y los diseños únicos sobre la exageración de temporada, buscando bolsos Hermès vintage, abrigos Prada de los 90 y accesorios bien elaborados. El mercado de segunda mano ofrece acceso a artículos codiciados a precios potencialmente más bajos, con marcas como Hermès, The Row y Max Mara experimentando un aumento de las ventas. Los consejos para una compra exitosa de segunda mano incluyen el uso de términos de búsqueda específicos, la negociación de precios, la atención a las medidas y tomarse el tiempo para explorar.