En un caso significativo de corrupción, un oficial de contratación de USAID y tres ejecutivos de empresas se han declarado culpables en un esquema de soborno que duró una década. El esquema, que involucró más de $550 millones en dólares de los contribuyentes estadounidenses, ha tenido serias repercusiones para los involucrados.
Roderick Watson, un oficial de contratación de USAID, admitió haber sobornado, mientras que Walter Barnes, Darryl Britt y Paul Young confesaron conspiración para cometer soborno. El esquema implicó la manipulación del proceso de adquisiciones en USAID para beneficio personal. Las personas involucradas, incluidos Watson, Barnes, Britt y Young, junto con las empresas Apprio y Vistant, fueron implicadas en la influencia de la adjudicación de contratos a cambio de sobornos.
Los sobornos, que incluían efectivo, regalos y otros beneficios, a menudo se ocultaban mediante transferencias bancarias electrónicas y empresas fantasma. Las investigaciones del FBI, USAID OIG e IRS-CI sacaron a la luz el esquema. Como resultado, Watson enfrenta una pena máxima de 15 años en una prisión federal, mientras que los otros acusados enfrentan hasta cinco años. Apprio y Vistant han acordado acuerdos de enjuiciamiento diferido y cooperarán con el Departamento de Justicia.