El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha propuesto una nueva legislación destinada a restaurar la independencia de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO). Esta iniciativa surge tras la aprobación de una ley que había subordinado estas agencias al control directo del fiscal general, una medida que generó críticas y protestas significativas.
La propuesta de Zelenskyy busca corregir lo que se percibió como una amenaza a la autonomía de estas entidades cruciales en la lucha contra la corrupción. La nueva legislación, según el presidente, "garantiza el fortalecimiento real del sistema de derecho y orden en Ucrania" y asegura la "independencia de los organismos anticorrupción".
La NABU y la SAPO han recibido con agrado esta propuesta, afirmando que "restaura todos los poderes procesales y garantías de independencia". Este es un paso importante para asegurar que las agencias puedan operar sin obstáculos y continuar su labor de combatir la corrupción.
La corrupción en Ucrania ha sido un problema persistente, con un impacto significativo en el desarrollo económico y la confianza pública. La iniciativa de Zelenskyy refleja una comprensión de que la estabilidad y el progreso de una nación dependen de la integridad de sus instituciones. Al restaurar la independencia de la NABU y la SAPO, se abre el camino para una mayor rendición de cuentas y una sociedad más justa.
Este esfuerzo se alinea con la aspiración de Ucrania de integrarse en la Unión Europea, donde el cumplimiento del estado de derecho y la lucha contra la corrupción son requisitos fundamentales. En 2022, la Comisión Europea recomendó a Ucrania que tomara medidas para fortalecer la independencia de las instituciones anticorrupción como parte de su proceso de adhesión.