Por MICHAEL R. SISAK
Los fiscales de Nueva York se han opuesto firmemente a cualquier intento de anular la condena de Donald Trump por hush money, mientras expresan cierta disposición a retrasar la sentencia hasta después de su inminente segundo mandato. En un reciente archivo judicial, la oficina del fiscal de Manhattan declaró que la futura presidencia de Trump no justifica el abandono de un caso que ya ha sido juzgado. Sin embargo, reconocieron la necesidad de equilibrar intereses constitucionales en competencia y sugirieron la posibilidad de congelar el caso hasta que él esté fuera del cargo.
Trump fue condenado por 34 cargos de falsificación de documentos comerciales para encubrir un esquema destinado a influir en las elecciones de 2016 al pagar hush money a la actriz de películas para adultos Stormy Daniels, quien afirmó que tuvieron una relación. Trump niega estas acusaciones.
El juez Juan M. Merchan aún no ha proporcionado un cronograma para su decisión sobre cómo proceder con el caso, que está programado para sentencia el 26 de noviembre. Los fiscales señalaron su conciencia de las demandas impuestas a la presidencia y las preguntas legales sin precedentes que podría plantear el regreso de Trump a la Casa Blanca.
El equipo legal de Trump ha argumentado que el caso debe ser desestimado para facilitar la transición ordenada del poder ejecutivo. Han citado un fallo de la Corte Suprema de EE. UU. de julio que otorgó a los presidentes una amplia inmunidad contra la persecución penal por acciones realizadas mientras estaban en el cargo. Una anulación borraría la condena histórica de Trump y eliminaría el potencial de un registro criminal o una pena de prisión.
Si el veredicto se mantiene, Trump podría enfrentar una gama de sanciones que van desde multas hasta libertad condicional, o hasta cuatro años de prisión, aunque es poco probable que pase tiempo tras las rejas por una condena de primera vez que involucra delitos menores. Los partidarios de Trump se han agrupado a su alrededor, vistiendo camisetas con lemas como 'Liberen a Trump' en eventos de campaña.
Dado que se trata de un caso estatal, Trump no puede indultarse a sí mismo si regresa al cargo, ya que los indultos presidenciales solo se aplican a delitos federales. El caso de hush money es el único de las cuatro acusaciones criminales de Trump que ha llegado a juicio.
El abogado especial Jack Smith está actualmente cerrando dos casos federales contra Trump, uno relacionado con los esfuerzos para anular las elecciones de 2020 y el otro relacionado con la retención de documentos clasificados en Mar-a-Lago. Un caso separado de interferencia electoral en Georgia permanece en gran parte en suspenso.
Trump ha calificado el veredicto de hush money como un resultado 'amañado y vergonzoso', afirmando, sin pruebas, que es parte de una 'caza de brujas' liderada por los demócratas destinada a socavar su campaña presidencial.
Una escritora de Associated Press, Jennifer Peltz, contribuyó.