El miércoles 18 de junio, el Sol liberó una poderosa llamarada solar. El evento fue observado por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, ocurriendo la llamarada alrededor de las 4:49 AM WIB.
La llamarada fue clasificada como X1.2, lo que indica una liberación significativa de radiación electromagnética y partículas de alta energía. Estos poderosos eventos pueden causar diversas interrupciones.
Las llamaradas solares se clasifican en cinco clases: A, B, C, M y X, siendo A la más débil y X la más potente. Las llamaradas de clase X representan el mayor riesgo, pudiendo perturbar la tecnología en el espacio e impactar a los astronautas.
La NASA declaró que las llamaradas solares y las erupciones solares pueden afectar las comunicaciones de radio, las redes eléctricas, las señales de navegación y plantear riesgos para las naves espaciales y los astronautas. La NASA continúa monitoreando la llamarada con su tecnología avanzada.