El Sol Desata una Potente Erupción X1.9: El Resurgimiento de la Activa Región 4274
Autor: Uliana S.
Nuestro astro rey ha vuelto a manifestar una creciente actividad en su ciclo de 11 años. En la jornada de hoy, 1 de diciembre de 2024, a las 02:49 Tiempo Universal Coordinado (UTC), los observatorios solares detectaron una llamarada clasificada como X1.9. Este evento se originó en una región activa que acababa de asomar por el limbo noreste del disco solar. La erupción estuvo acompañada por una significativa eyección de masa coronal y una onda de ionización que impactó las capas superiores de la atmósfera terrestre.
Video de una llamarada solar X1.9 del 01.12.2025
Desde una perspectiva científica, el aspecto más notable de este suceso es su origen. La llamarada provino de la región activa número 4274, la misma que protagonizó la actividad más extrema a principios de noviembre, incluyendo las dos mayores erupciones del año (X5.1 y X4.0). El hecho de que esta región haya mantenido una configuración magnética tan compleja y un potencial energético tan elevado tras pasar dos semanas en la cara oculta del Sol es de gran interés para los heliofísicos. Estos expertos estudian la estabilidad y la evolución de los campos magnéticos solares.
El heliófísico Stefan Burns sobre la última actividad del Sol.
Debido a la posición marginal de la región en el momento de la erupción, la mayor parte del plasma expulsado no fue geoefectiva, pasando de largo nuestro planeta. Sin embargo, el impacto directo de la radiación electromagnética de alta energía no se hizo esperar. La luz ultravioleta extrema y los rayos X tardaron apenas 8,3 minutos en alcanzar la Tierra, provocando una fuerte ionización en la ionosfera diurna.
Esta ionización intensa tuvo consecuencias inmediatas en las comunicaciones. Se registró una absorción de ondas de radio de corto alcance, lo que resultó en perturbaciones de radio de nivel R3 (según la escala de cinco niveles de la NOAA). Estas interrupciones afectaron principalmente a las áreas de Australia y el Sudeste Asiático. Afortunadamente, este efecto fue pasajero y duró cerca de una hora, sin causar mayores estragos.
Las previsiones para los próximos días exigen cautela. La región activa 4274, que ha conservado su intrincada estructura, se está desplazando hacia el meridiano central del disco solar. Se espera que para el 4 de diciembre alcance una posición geoefectiva. Esto incrementa la probabilidad de que las futuras eyecciones de plasma se dirijan directamente hacia la Tierra, lo que podría desencadenar tormentas geomagnéticas en un plazo de dos o tres días tras cualquier nueva erupción significativa.
La situación se complica por la presencia de otra gran área activa, la número 4294, ubicada en el hemisferio sur del Sol. La combinación de estas dos regiones potentes sienta las bases para un escenario de clima espacial potencialmente intenso a principios de diciembre. Hay que estar ojo avizor a los reportes.
Este reciente evento sirve como un claro recordatorio de la interconexión física que existe entre nuestro planeta y la atmósfera dinámica del Sol. Los ciclos de actividad solar, que se manifiestan a través de manchas y erupciones, no son meros fenómenos abstractos. Son procesos que influyen directamente en el entorno espacial cercano a la Tierra. Al seguir la evolución de la región 4274, somos testigos de procesos magnetohidrodinámicos a gran escala, cuyas repercusiones alcanzan nuestra infraestructura tecnológica, evidenciando la unidad fundamental del sistema Sol-Tierra.
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