Alerta de Tormenta Geomagnética G3 para el 9 de Diciembre de 2025, Consecuencia de una Potente Erupción Solar M8.1

Se anticipa un evento cósmico significativo que impactará nuestro planeta, provocado por la reciente actividad solar, lo que ha motivado la emisión de una alerta por tormenta geomagnética. El Centro Nacional de Predicción del Clima Espacial (SWPC), dependiente de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), ha confirmado que el 9 de diciembre de 2025 se esperan periodos de perturbación clasificados como tormenta de nivel G3 (Fuerte). Las proyecciones indican que el índice Kp podría alcanzar el valor 7 durante este episodio.

Este fenómeno es el resultado directo de una robusta llamarada solar de clase M8.1. Dicha erupción se registró el sábado 6 de diciembre de 2025, específicamente a las 20:39 UTC. La fuente de esta perturbación se localiza en la región solar activa designada con el número 4299, una zona que ya había demostrado su capacidad para generar perturbaciones notables previamente.

Es importante destacar que la región activa 4299 ya fue responsable de provocar una tormenta de nivel G4 (Severa) el 11 de noviembre de 2025. La llamarada M8.1, que representa el 81% del umbral inferior para alcanzar la categoría X, desencadenó un Coronal Mass Ejection (CME) de tipo halo completo. Este chorro de plasma está dirigido inequívocamente hacia la Tierra. Los científicos estiman que la combinación de alta densidad y velocidad de este CME podría resultar en una interacción más intensa con la magnetosfera terrestre en comparación con eventos menos potentes.

El arribo de esta nube de plasma se calcula para el martes 9 de diciembre, previsiblemente durante la primera mitad del día según el Tiempo Universal Coordinado. No obstante, los expertos señalan una ventana de incertidumbre en el momento exacto de llegada, que podría extenderse hasta unas siete horas, lo que dificulta precisar el pico exacto del impacto. Ante esta situación, el SWPC ha emitido formalmente su aviso sobre la inminente tormenta geomagnética fuerte G3 para la fecha mencionada.

Las repercusiones potenciales de un evento de esta magnitud trascienden las áreas polares. Una predicción G3 a G4 sugiere que la visibilidad de las auroras boreales podría extenderse hacia latitudes más meridionales dentro de los Estados Unidos. A un nivel más técnico, las tormentas geomagnéticas en el rango G2 a G3 pueden provocar inestabilidad en las comunicaciones por radiofrecuencia, incrementar la tensión operativa en las redes eléctricas existentes y suponer riesgos para los sistemas de navegación satelital, como el GPS. Este evento se suma a un periodo de clima espacial agitado, que incluyó recientemente el impacto del borde de un CME tras la llamarada X1.9 anterior.

Resulta llamativo que la región activa 4299 muestre una persistencia tan notable, generando nuevas erupciones potentes a pesar de que, según los modelos, debería haberse disipado. Su extensión actual es mínima, abarcando apenas unos 200 millonésimos de la superficie del hemisferio solar. El fotógrafo de auroras, Vincent Ledvina, y otros especialistas, mantienen una vigilancia estricta sobre la evolución del panorama. La clave para determinar la severidad del acoplamiento con el campo magnético terrestre reside en la orientación del campo magnético (componente Bz) del material que llega. En resumen, diciembre de 2025 se está consolidando como un mes de intensa actividad geomagnética, con pronósticos de tormentas adicionales para el 7, 8, 10, 23 y 30 de diciembre. Las compañías energéticas y los gestores de sistemas de navegación están implementando medidas preventivas para afrontar las posibles sobrecargas asociadas a este importante suceso espacial.