En junio de 2025, la Unión Europea experimentó un aumento significativo en la producción de energía solar, que representó el 22,1% de la combinación energética de la región. Esto superó tanto a la energía nuclear como a los combustibles fósiles, marcando un cambio notable en el panorama energético.
Este crecimiento fue impulsado por condiciones climáticas favorables y una mayor capacidad instalada en varios estados miembros. Al menos 13 países de la UE alcanzaron récords mensuales en producción solar, incluyendo Países Bajos (40,5%) y Grecia (35,1%).
Esta tendencia refleja el compromiso continuo de Europa con la transición energética y la reducción de la dependencia de fuentes de energía no renovables. La energía eólica también alcanzó nuevos máximos en mayo y junio de 2025, contribuyendo a la diversificación de las fuentes de energía renovable en la región. En países como España, con un gran potencial solar, este avance es especialmente relevante, abriendo nuevas oportunidades para el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental.