Se espera que el Sol alcance su punto máximo de actividad solar en 2025, lo que podría afectar a la Tierra con un aumento de las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal (CME). Esta información proviene de General Atomics, una empresa que colabora con la NASA para monitorear la actividad solar.
Si bien el pico de actividad solar es un fenómeno natural, puede provocar interrupciones en los sistemas de comunicación terrestres, las redes eléctricas y las operaciones de los satélites. Las llamaradas solares y las CME aumentadas también pueden crear exhibiciones aurorales espectaculares, visibles en latitudes más altas.
La investigación de General Atomics indica que el próximo ciclo solar, que comenzó en diciembre de 2019, será más intenso que el anterior. Las predicciones de la empresa se basan en observaciones del campo magnético del Sol y la frecuencia de las manchas solares.
La NASA también está monitoreando de cerca la actividad del Sol y continuará proporcionando actualizaciones sobre el impacto potencial del próximo máximo solar. La agencia está trabajando para desarrollar tecnologías para mitigar los efectos de los eventos meteorológicos espaciales, como las llamaradas solares y las CME.
El pico de actividad solar es una parte natural del ciclo de 11 años del Sol. Durante este período, el campo magnético del Sol se vuelve más activo, lo que lleva a un aumento de las llamaradas solares y las CME.
Si bien se espera que el próximo máximo solar sea más intenso que el anterior, los científicos enfatizan que todavía está dentro del rango normal de la actividad solar.