El 12 de enero de 2025, científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) iniciaron un ambicioso proyecto llamado Proba-3. La misión fue lanzada con éxito por India utilizando un Vehículo de Lanzamiento de Satélites Polar (PSLV) a las 11:34 CET (10:34 GMT) desde el Centro Espacial Satish Dhawan.
Según el sitio web oficial de la ESA, la misión tiene como objetivo crear un eclipse solar artificial utilizando dos naves espaciales que vuelan en una formación altamente precisa. Esta configuración permitirá observaciones más profundas de la corona solar, que es cien veces más tenue que el sol mismo.
“En resumen, este es un experimento en el espacio para demostrar un nuevo concepto y una nueva tecnología que son técnicamente desafiantes”, afirmó Damien Galano, gerente del proyecto Proba-3 en la ESA.
Proba-3 consta de dos naves espaciales, el Ocultador y el Coronógrafo, separadas por aproximadamente 150 metros en una órbita elíptica de 600 x 60,000 kilómetros. El Ocultador proyectará una sombra sobre el Coronógrafo durante seis horas en períodos específicos, permitiendo observaciones de la corona solar que son difíciles de lograr sin la interferencia atmosférica.
“Este sistema nos permitirá observar la estructura y dinámica de la corona solar en luz visible”, dijo Joe Zender, científico de misión de la ESA. “Esperamos comprender mejor la iniciación de estos fenómenos físicos para modelarlos de manera más efectiva y entender su física, así como su impacto en satélites y la Tierra.”
Los datos recopilados de Proba-3 tienen como objetivo mejorar los modelos de predicción del viento solar y las eyecciones de masa coronal (CME), que son cruciales para las operaciones de satélites y sistemas terrestres. La misión también busca probar la tecnología de vuelo en formación de precisión, que podría abrir el camino a futuras aplicaciones como la interferometría basada en el espacio y la detección de exoplanetas.
Proba-3 abre posibilidades para futuras aplicaciones tecnológicas espaciales, incluida la vigilancia del clima espacial y el desarrollo de sistemas de vuelo de precisión para otras misiones espaciales. El éxito de esta misión podría sentar las bases para el uso de satélites en formación para diversos propósitos, como la cartografía de planetas, la observación de la atmósfera de exoplanetas y el mantenimiento de satélites en órbita.
La iniciativa Proba-3 involucra a más de 40 empresas de 14 países miembros de la ESA y requirió más de una década de desarrollo. La elección del PSLV de India fue un compromiso en relación con los costos de lanzamiento y los requisitos de la misión. Se espera que la misión dure dos años, con los satélites regresando a la atmósfera después de cinco años, subrayando el compromiso de la ESA con la sostenibilidad en la exploración espacial.