La teoría de la gravedad emergente, propuesta por el físico teórico Erik Verlinde, sugiere que la gravedad no es una fuerza fundamental, sino un fenómeno emergente que surge de la entropía y la información en el espacio-tiempo. Esta perspectiva ha abierto nuevas vías para entender fenómenos cosmológicos, como la materia oscura y la energía oscura.
En 2016, Verlinde presentó una versión ampliada de su teoría, argumentando que la energía oscura podría explicarse como una consecuencia de la entropía asociada con el horizonte cosmológico. Según esta propuesta, la aceleración de la expansión del universo sería el resultado de la interacción entre la materia y la entropía del espacio-tiempo, sin necesidad de invocar partículas de materia oscura. Esta idea ha sido objeto de debate y análisis en la comunidad científica, con estudios que buscan validar o refutar sus predicciones mediante observaciones astronómicas y experimentos teóricos.
La investigación en gravedad emergente continúa siendo un área activa de estudio, con el objetivo de reconciliar la gravedad con la mecánica cuántica y abordar misterios como la materia oscura y la energía oscura. Aunque aún se requieren más pruebas experimentales para confirmar estas teorías, representan un paso significativo hacia una comprensión más profunda del cosmos, uniendo lo infinitamente pequeño con lo infinitamente grande.