Secretos Lunares: Científicos Revelan la Historia Volcánica Oculta en las Cuentas de Vidrio Lunar

Cuando los astronautas del Apolo pisaron por primera vez la Luna, esperaban encontrar solo rocas grises y polvo seco. En cambio, descubrieron algo sorprendente y hermoso: diminutas cuentas de vidrio de color naranja brillante que brillaban como gemas microscópicas en el paisaje lunar.

Más de cinco décadas después de este asombroso hallazgo, los científicos finalmente han revelado el origen de estas cuentas de vidrio en miniatura. La respuesta abre un nuevo capítulo en la historia geológica de la Luna, revelando que fue mucho más activa de lo que se pensaba. Estas cuentas se formaron hace aproximadamente 3.300 a 3.600 millones de años, cuando la Luna era joven y estaba llena de actividad volcánica explosiva.

Imaginemos una erupción volcánica como las de Hawái, pero que ocurre en un entorno sin aire y sin clima: ese es el telón de fondo para la creación de estas cuentas. La ausencia de viento y lluvia ha mantenido las cuentas de vidrio intactas y sin erosionar durante miles de millones de años. Los científicos utilizaron métodos de análisis avanzados, como haces de iones de alta energía y microscopios electrónicos, para estudiar la estructura y la composición química de las cuentas sin dañarlas.

Curiosamente, estas cuentas vienen en varios colores y composiciones. Algunas son de color naranja brillante, mientras que otras son de color negro intenso. Estas diferencias de color no son solo estéticas; cada una representa un tipo diferente de erupción volcánica y un período de tiempo diferente. La superficie de las cuentas contiene minerales e isótopos que actúan como "sondas" naturales para comprender la presión, la temperatura y las condiciones químicas en la Luna durante las erupciones de hace miles de millones de años.

"Estudiar estas cuentas es como leer el diario de un antiguo vulcanólogo de la Luna", dijo Ryan Ogliore, profesor de física de la Universidad de Washington en St. Louis, describiendo poéticamente el proceso científico. Cada diminuta cuenta contiene información valiosa sobre la evolución del interior de la Luna, una ventana en miniatura al pasado de nuestro joven y dinámico sistema solar.

Este descubrimiento demuestra que la Luna no siempre fue el cuerpo sin vida y silencioso que vemos hoy. Hace mucho tiempo, la Luna era un mundo geológicamente activo, con grandes erupciones que formaron su superficie y dejaron rastros microscópicos de vidrio como testigos históricos. Gracias a la tecnología avanzada y a la perseverancia de los científicos, las cuentas de vidrio naranja que alguna vez se consideraron extrañas ahora guardan una gran historia sobre el pasado de la Luna, y quizás también sobre la formación de planetas en el sistema solar.

Fuentes

  • KOMPAS.com

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