"El cuerpo tiene su propia farmacia", y científicos coreanos han abierto un nuevo compartimento. El 28 de mayo de 2025, un equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea (KIST) anunció el descubrimiento de un metabolito peptídico, Ac-Tβ1-17, derivado de una proteína natural, la timosina β4.
Este péptido exhibe propiedades tanto antivirales como regenerativas de tejidos. El descubrimiento aborda la creciente demanda de terapias peptídicas eficaces derivadas de sustancias naturales, particularmente a la luz de la pandemia de COVID-19 y el auge de los fármacos basados en péptidos.
Ac-Tβ1-17 inhibe la actividad de Mpro, una proteasa clave del virus COVID-19, en más del 85%, lo que demuestra fuertes efectos antivirales. Además, en experimentos con células vasculares humanas, activó procesos de recuperación esenciales como el crecimiento celular, la curación de heridas, la formación de vasos sanguíneos y la eliminación de especies reactivas de oxígeno.
Para aprovechar las funciones biológicas del péptido, el equipo creó un andamio de soporte. Este andamio, utilizando el péptido, promueve eficazmente la recuperación de tejidos al apoyar la adhesión celular, el crecimiento y la formación de vasos sanguíneos. "Continuaremos la investigación utilizando materiales bioactivos naturales para buscar aplicaciones prácticas en antivirales, biomateriales funcionales y más allá", dijo el Dr. Dae-Geun Song.
Esta investigación confirma que un solo péptido puede realizar funciones tanto antivirales como regenerativas. Se espera que supere las limitaciones de las terapias basadas en proteínas existentes y ofrece una base para el desarrollo de nuevos fármacos y biomateriales médicos. El equipo planea explorar más a fondo la aplicación práctica de Ac-Tβ1-17 en terapias personalizadas y biomateriales regenerativos.