Investigadores de la Universidad de Missouri, dirigidos por el profesor asociado Gary Baker, han diseñado nanocarcillas poliiónicas fluorescentes. Estos novedosos nanomateriales pueden personalizarse para aplicaciones en energía, protección ambiental y diagnóstico médico. Las nanocarcillas, materiales de silicato en capas, se funcionalizan con moléculas fluorescentes. Esto crea una plataforma sensorial sintonizable, lo que permite un control preciso sobre las señales ópticas. Estos materiales marcados fluorescentemente exhiben niveles de brillo que alcanzan las 7,000 unidades, rivalizando con las intensidades de emisión más altas reportadas. Su naturaleza poliiónica permite la conjugación con biomoléculas, lo que permite la administración dirigida de fármacos y la biosensores. Las primeras pruebas sugieren que las nanocarcillas son biocompatibles, allanando el camino para su uso como agentes de contraste en la imagenología médica. También se muestran prometedoras en la captura de energía solar y el monitoreo ambiental. Los hallazgos del equipo, detallados en
Chemistry of Materials, destacan el brillo, la estabilidad y la sintonizabilidad superiores de las nanocarcillas. Los investigadores tienen como objetivo expandir las capacidades de las nanocarcillas para la medicina de precisión.