El 10 de enero de 2025, un equipo internacional de investigadores anunció un descubrimiento revolucionario sobre los jets cósmicos, revelando la primera evidencia concreta de un mecanismo universal que da forma y estabiliza estos poderosos flujos de materia y energía en el universo.
Los jets cósmicos, que pueden alcanzar velocidades cercanas a la de la luz, se originan de diversas fuentes, incluidos agujeros negros supermasivos y protostrellas dentro de nuestra Vía Láctea. A pesar de sus diversas fuentes de energía, los científicos creen que estos jets desempeñan un papel crucial en la evolución de sus entornos, representando diferentes expresiones de un fenómeno universal singular.
El misterio de cómo estos jets permanecen colimados—enfocados sin dispersarse en el espacio—ha desconcertado a los científicos durante décadas. Sin embargo, un estudio publicado en el Astrophysical Journal Letters ha proporcionado una solución, presentando evidencia clara de un campo magnético helicoidal, que se asemeja a un resorte en espiral, dentro de un jet protostelar.
Este descubrimiento, basado en observaciones del Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO) en Estados Unidos, respalda la noción de que el mecanismo de colimación de jets es universal en diferentes entornos astrofísicos. Guillem Anglada, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), señaló: "Este estudio requirió largos tiempos de integración y un complejo proceso de calibración de datos, llevando al observatorio al límite de sus posibilidades."
Utilizando la alta sensibilidad y el amplio ancho de banda del observatorio renovado, el equipo realizó un análisis sin precedentes de la medida de rotación de la radiación sincrotrón del jet conocido como HH 80-81, originado en una estrella joven de nuestra galaxia. Este análisis permitió a los investigadores medir la rotación del ángulo de polarización de la radiación al atravesar un medio magnetizado e ionizado, revelando la verdadera orientación del campo magnético.
La confirmación de un campo magnético helicoidal, similar a los detectados en jets cósmicos producidos por agujeros negros supermasivos en galaxias activas distantes, marca la primera prueba clara de que los jets de estrellas jóvenes y los de galaxias lejanas comparten el mismo proceso para mantenerse concentrados. Anglada enfatizó: "Este descubrimiento nos ayuda a comprender mejor los procesos fundamentales que rigen los flujos de materia y energía en el universo."