Un estudio reciente del Instituto de Ciencias Básicas (IBS) ha descubierto el importante papel de una diminuta secuencia genética, el mini-exón B, en la función y la conectividad cerebral. Esta investigación destaca cómo esta secuencia de cuatro aminoácidos influye en el desarrollo de las sinapsis y el comportamiento.
El estudio, realizado en ratones modificados genéticamente, reveló que la ausencia del mini-exón B conduce a comportamientos similares a la ansiedad y a alteraciones en la comunicación de las células cerebrales. Estos hallazgos, publicados en mayo de 2025, proporcionan información valiosa sobre los posibles mecanismos subyacentes a los trastornos del neurodesarrollo.
Este descubrimiento marca un avance significativo en la comprensión de las complejidades del desarrollo y la función cerebral, ofreciendo una nueva vía potencial para explorar tratamientos para afecciones neurológicas. La investigación subraya la importancia incluso de los componentes genéticos más pequeños en los procesos neuronales.