Una nueva investigación está desafiando la comprensión convencional de la división celular, revelando que las células no siempre se dividen simétricamente en células hijas idénticas. Este descubrimiento contradice la creencia arraigada de que las células deben redondearse en esferas perfectas antes de dividirse. En cambio, las células pueden experimentar una división asimétrica, lo que da como resultado células hijas con diferentes tamaños y funciones.
La división celular asimétrica está demostrando ser más común de lo que se pensaba y desempeña un papel vital en la generación de diversos tipos de células necesarias para la formación de tejidos y órganos. La forma de la célula madre influye en el proceso de división, lo que en última instancia repercute en las características de las células hijas resultantes.
La comprensión de la división asimétrica tiene importantes implicaciones para el avance de los tratamientos contra el cáncer y la medicina regenerativa. Por ejemplo, las células cancerosas con formas irregulares podrían dividirse asimétricamente, lo que podría contribuir a la metástasis. Al controlar la forma de las células, los científicos podrían ser capaces de guiar la producción de tipos de células específicos para la regeneración y curación de tejidos. Una mayor investigación en esta área podría conducir a terapias innovadoras para una variedad de enfermedades.