El hallazgo de dientes antiguos en China, con una antigüedad estimada de 300.000 años, está provocando una reevaluación de las ideas existentes sobre la evolución humana en Asia y abriendo nuevas vías de investigación. Este descubrimiento, publicado en el Journal of Human Evolution, fue liderado por el Profesor Wu Xuzhi y contó con la participación de expertos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). El análisis de 21 fragmentos dentales reveló una combinación única de rasgos primitivos y modernos. Las robustas raíces de estos dientes son características de homínidos del Pleistoceno Medio, un período dominado por especies como Homo erectus. Por otro lado, la reducción del tercer molar es una característica típica de Homo sapiens y otros homínidos más recientes, introduciendo un elemento moderno inesperado en el contexto antiguo.
Este hallazgo apoya la idea de que los rasgos asociados con Homo sapiens pudieron haber surgido no solo en África, sino también en otras regiones como resultado de interacciones complejas entre diferentes poblaciones. El sitio de Hualongdong se une así a otros yacimientos importantes como Panxian Dadong o Cizhong, donde se han encontrado fósiles con rasgos ambiguos similares. La Dra. María Martinón-Torres, directora del CENIEH, describió los dientes como un "mosaico de rasgos primitivos y derivados nunca antes visto", sugiriendo que diferentes partes del cuerpo pudieron haber evolucionado a ritmos distintos en distintas poblaciones. Esta mezcla de características desafía las clasificaciones evolutivas establecidas y apunta a un desarrollo humano mucho más complejo y diverso en Asia de lo que se pensaba anteriormente. El siguiente paso crucial en esta investigación es la extracción de ADN antiguo de estos restos fósiles. Esta tarea presenta un desafío considerable debido al clima cálido y húmedo de la región, que puede degradar el material genético. Si tiene éxito, el ADN podría revelar si los dientes de Hualongdong representan evidencia definitiva de un cruce evolutivo entre especies o simplemente un camino alternativo, aunque finalmente infructuoso, hacia la humanidad moderna. Este descubrimiento subraya la importancia de la investigación continua en paleontología y evolución humana, instando a reconsiderar las teorías existentes a la luz de nuevos datos que pintan un panorama más intrincado de nuestra historia evolutiva en Asia.